Justo hoy hace un año, de un día que no sé si realmente quiero recordar.
Fue
el final de una etapa de mi vida de casi 5 años. Etapa en la que fui
muy feliz (casi todo el tiempo), pero que ya en el último año y
medio, no lo era, por lo que decidí terminarla.
A
día de hoy, aún no me he llegado a arrepentir de la decisión de
terminarla (ni creo que lo haga). Aunque si que es cierto que a veces
añoro algunas cosas de esa etapa.
Pasar
página rápido es bueno (no en todo claro), pero cuando se decide
terminar con algo sí. Ya que si de verdad es eso lo que quieres es mejor
no echar la vista atrás, porque puede que eso te haga recular y no
terminar nunca con algo que sabes que no te hace (ni te hará) feliz.
Cierto
es que es bueno dar segundas oportunidades, lo que solo en casos en los
que de verdad puede haber un remedio para apartar definitivamente lo
que te hace sentir y estar mal.
Este
año transcurrido tras terminarla, no hay sido ni mejor ni peor que
otros antetiores. Pero si que es verdad que me he sentido algo más
relajada y un poco más llena de vida.
Por lo que el balance ha sido positivo :-).
Y
doy las gracias a los que me apoyaron en su momento y a día de hoy, aún
lo siguen haciendo. Puesto que eso demuestra que (aunque poca), tengo
gente que me quiere y se preocupa por mi.
No hay comentarios:
Publicar un comentario